Semana Santa al mejor estilo
Cinco destinos imperdibles en Semana Santa
(y los mejores looks para conocerlos)
El ecoturismo hace latir el corazón de la mujer aventurera y conectada con la naturaleza que protagoniza este 2023. ¿A dónde pasar las próximas vacaciones? Cinco opciones en las que el turismo de naturaleza se impone, así como la mujer que se deja atrapar por él.
Una nueva temporada de vacaciones se avecina y los planes apremian. Comienza la época de hacer check list con las amigas o tu pareja, y empezar a soñar con el viaje ideal para la próxima Semana Santa. ¿Hacia dónde apuntará la brújula? Seguramente el calendario ya estará marcado para algunas, con tiquetes y hoteles listos. Otras apenas comenzarán a pensar en su destino soñado. Si lo tuyo es el turismo de naturaleza y destinos conscientes, aquí te proponemos una lista de imperdibles para visitar y, ¡cómo no!, los mejores looks para empacar en cada uno.
Como lo canta ChocQuibTown: “Yo ya me voy, tras de ti, a las playas de Nuquí”. El Pacífico se hace paraíso a la altura de este municipio chocoano de playas imponentes y cristalinas. La selva y el mar se juntan en este destino, en el que las aguas son perfectas para sumergirse y bucear, o bien para desafiar sus olas y surfear. Ímpetu y sosiego.
Nuquí es como una mujer de espíritu indómito y poderoso, revelado en su selva tropical. Sus cascadas y ríos apacibles hablan de su serenidad, de su lado en calma. El océano es su profundidad, su fuerza, su carácter, su libertad. Es lo fuerte y lo apacible.
Si desconectarte del frenetismo de la ciudad es lo que quieres, Nuquí resultará fabuloso. El hotel Punta Brava, en la primera línea de playa, te regalará amaneceres únicos que te quitarán el aliento y con los que podrás conectarte haciendo yoga. Y de los atardeceres ni hablemos: el sol en lo alto, ardiendo, y cayendo sobre el mar, se siente. Los baños termales, así como el sencillo e inspirador de los planes: caminar bordeando la playa mientras contemplas el mar.
El espíritu viajero conectará contigo como nunca si decides embarcarte hacia este destino, que fluye como el mar bravío que se mueve con la luna sobre sí, que habla de noches infranqueables con la música profunda de sus olas, pero que también regala postales serenas del infinito y querrás conservar siempre, justo cuando despuntan los rayos del sol.
¿Qué empacar? Por supuesto, varios vestidos de baño. Recuerda que los volantes, los cut out, los trikinis, los bikinis de talle alto y el escote bandeau se imponen esta temporada.
El océano y su libertad inspiran a Beatriz Camacho para crear prendas que hagan match con el vaivén de sus olas. Para caminar por las playas de Nuquí, recuerda que los vestidos fluidos con estampados naturales están en boga, como los de la colección Raíces. Los pantalones de silueta amplia e inspiración cargo también resultarán favorables. Un top de corte bandeau será el mejor complemento.
Deberás atravesar una carretera que serpentea el paisaje desértico de tierra roja y amarilla para llegar hasta allí. Su piso de adoquines y su arquitectura colonial te harán amar Barichara. Ubicada en el corazón del departamento colombiano de Santander, gran parte de sus edificaciones de piedra del siglo XVIII fueron nombradas patrimonio cultural. Eso la convierte en un pueblito acogedor ideal para caminar, recorrer sus calles y dejarse contagiar de su encanto de época que aún conserva.
Barichara es elegante, sofisticada y atemporal. El reloj se mueve y marca los días, años, pero ella sigue brillando, resultando fantástica para quienes se adentran en sus tiendas de artesanías y souvenirs, sus iglesias y sus edificaciones de piedra.
En un hotel boutique, el Casa Barichara, vivirás experiencias únicas como el temazcal, un ritual que comparten culturas ancestrales alrededor del mundo, y que sirve para agradecer, pedir, limpiar y sanar. Será el predilecto de esa mujer que cree en lo consciente como mantra y expresión de vida, interesada siempre por el principio y el final, el ciclo vital.
Vibrar al ritmo de la naturaleza será posible al volar en parapente y practicar trekking y torrentismo en las cascadas curativas y medicinales de Juan Curí, que encontrarás en las cercanías a Barichara.
Sentir la brisa, el calor del trópico y la arena del desierto harán de este destino la oportunidad consciente de regresar a las raíces, a las construcciones de bahareque pintadas de cal; de redescubrir la fascinación por lo manual y lo artesanal, del ejercicio sustentable de interesarse por la historia detrás de lo que nos rodea.
Must have: La palabra mágica para Barichara es vestidos. Vestidos cut out y asimétricos, vestidos cortos, maxi vestidos fluidos… Todos, con ese guiño artesanal que tanto ama la mujer de este 2023: drapeados, flecos, plumas, nudos, cenefas de encaje de algodón y detalles bordados a mano.
El Caribe ensoñador no podía faltar en esta lista. Esta perla insular tiene todos los atributos para hacer de tus vacaciones una travesía de esas que se recuerdan para siempre. Su mar profundo, bordeado por playas casi vírgenes, invita a paisajes idílicos, como los de Blue Bay Beach, con sus arenas blancas, o la playa Porto Mari, ubicada en la costa oeste de la isla, de aguas claras y tranquilas.
Complejos turísticos, resorts, hoteles, casas de alquiler por temporada de vacaciones… cualquier estancia es perfecta para estar en esta isla, porque por donde se mire aparecerá el paraíso en este territorio neerlandés rodeado de arrecifes de coral y rica fauna marina.
Curacao vibra a un ritmo al que también se mueve la mujer Beatriz Camacho: aventurera, ávida de descubrir nuevas e intrigantes culturas, ritmos novedosos en las calles, probar mariscos frescos, seducida por hermosos colores que pintan sus calles y enamorada de sus aguas turquesas que fluyen con quien lo visita.
Y la noche… ¡La noche es toda de Curacao! Los casinos, los clubes nocturnos y los bares encienden las luces y la vida nocturna. Es el momento de brillar, de la mujer poderosa y fuerte, que hace batir su falda al son de los bailes afros y antillanos que lo inundan todo. Desde el Cascada Rooftop, la terraza más exclusiva, hasta el Netto Bar, el más antiguo de la isla, hacen parte de la oferta, que solo dependerá de qué tanto swing necesite tu cuerpo.
Lo que no debes olvidar en tu maleta. ¿Qué tal faldas fluidas y crop tops para este destino? El volumen le dará el acento que necesita esta isla, porque el Caribe es sinónimo de baile y cadencia. También empaca un jumpsuit de colores vibrantes o estampado floral.
Un pueblo mágico sí que es un genuino destino mexicano para vacacionar. Patrimonio de la Humanidad, San Miguel de Allende no deja de transmitir magia. Sus calles empedradas, llenas de mansiones coloniales, se fusionan con la imbricada arquitectura de sus iglesias y templos, y hacen de este lugar una postal para coleccionar.
Otro destino único para una mujer única, que gozará con las vistas desde el jardín principal, que hace las veces de plaza central del pueblo, donde se divisan las torres de la parroquia de San Miguel Arcángel, pura fantasía neogótica. Los arcos de los portales y edificios coloniales y el antiguo Palacio Municipal completan la sensación atemporal de estar allí, de hacer parte del paisaje con ese look especial que siempre soñaste. Sentarse en medio de los laureles y apreciar la belleza del lugar es un plan tan sencillo como imperdible, sobre todo si de fondo suenan los músicos que tocan entre los alrededores. Un instante fugaz que se antoja como indeleble para quien se deleita en él.
Por su riqueza mística y su espectacular arquitectura barroca, la Semana Santa se vive con intensidad en San Miguel de Allende. Las procesiones y los actos litúrgicos toman otra dimensión en esta ciudad del estado de Guanajuato, por lo cual visitar los santuarios y las iglesias es un plan para no perder de vista y contagiarse de la espiritualidad que se respira por esos días.
Deleitarse con el vuelo de aves nativas y migratorias, escalar por las formaciones rocosas de la región y divisar todo del paisaje en un paseo en globo te harán sentir libre en la inmensidad de esta ciudad, que se abraza con la naturaleza mientras toda su arquitectura emana la exquisitez de lo old-fashioned.
Lo que no puedes olvidar. Un set de blazer en fibras de algodón y pantalón fluido es el look infaltable para la comodidad y sofisticación que demanda un destino como este. Acentúa tu cintura con correas, lazos y fajones, un sello inconfundible de Beatriz Camacho de sutil sofisticación. Tampoco olvides camisas de estampado natural.
Río y mar, pero también desierto. Disfrutar de la inmensidad de las formaciones rocosas y los cactus de este tesoro del Huila es una de las experiencias que hay que atesorar. De día, contemplar la aridez del desierto en todo su esplendor, y de noche, dejar que las estrellas lo iluminen todo desde la inmensidad del firmamento.
La Tatacoa, que realmente es un bosque seco tropical, está pintado de colores: del rojo, pasando por el ocre, al blanco, como la paleta de color de este 2023, que se conecta como nunca con la naturaleza. El Cuzco es el desierto rojo, el más fotogénico a instagrameable, y ese que deja asomar el lado más salvaje del terreno, con escorpiones, águilas, tortugas y otras especies de fauna local. Es el alter ego de la mujer genuina y auténtica, apasionada. Los Hoyos están pintados de gris y blanco, y allí está una famosa piscina con agua que brota de manantial natural, ideal para refrescarse y relajarse. Es la frescura, la mujer consciente.
La Tatacoa es como uno de esos tesoros vintage a los que se vuelve una y otra vez, y una y otra vez revelan su encanto de diferentes formas. Es el latido de lo natural, la fiereza de lo inmenso. Parece cuidadosamente tallado y adornado, como una gran artesanía que devela la esencia creativa de la mujer contemporánea. Suena al susurro del desierto bajo la luz de las estrellas. Es la más natural de las poesías.
¿Qué lucir? Vestidos midi, faldas midi con crop tops a juego, y un caftán especial. Pantalones con volumen te harán sentir más cómoda.