Diario timeless de una musa

Diario timeless de una musa
Inspiración sartorial para todo el día
Diario timeless de una musa 

Así es un día de una BC Woman. Prendas para sentirte libre y poderosa, de sofisticación sutil y atemporal. 


Llueve. Sale el sol. Cae la noche.

Da igual si es el sol o si es la luna. 

Da igual si es bajo el brillo del día o el de las estrellas. 

El placer de caminar y sentirme cómoda en mi piel. Así, con lo que llevo hoy. 

Un set con sensibilidad lencera y sartorial; un set de camisa amplia y pantalón fluido con un estampado de aire botánico y de mar; uno que me recuerda a los arrecifes de coral que tienen carácter y fuerza. Effortless. Vestida en esa sofisticación sutil que todas anhelamos.



camisa Leo

El café de la mañana que abre el día. Leche de coco y el punto exacto de miel para terminar de despertarme ante el mundo. Es un día fresco, uno de sol radiante y brisa que acaricia. Un encuentro por aquí, una conversación por acá, unos mensajes por responder por allá y, ¿otro café? Una pausa consciente nunca está de más. 

 

La seda que me viste lleva consigo la fuerza del mar de donde vengo. Parece que llevara, también, dibujada la flora que nace bajo el agua, pero es tan atemporal que podría lucirlo también entre montañas mientras me otorga las mismas delicias; la misma sensación de comodidad y libertad.

 

Una llamada. Un encuentro de trabajo inesperado. Camino, subo, bajo. La versatilidad me acompaña especialmente cuando visto Beatriz Camacho. Contemplo y disfruto la idea de ser una ”BC Woman”: libre, consciente, poderosa. Tengo el poder de decidir lo que me gusta y mi ropa habla por mí. Soy mi propia musa.

 

¿Por qué me gusta tanto este outfit? Creo que lo tiene todo: esa sugestión sartorial, ese encanto lencero transformado. Dos piezas en fibras naturales; camisa manga larga y pantalón de seda, que es el mejor lienzo para estampar la poesía de la naturaleza. Hay vibes de las flores vibrantes de los 70, un print abstracto que le da un giro nostálgico a las prendas. Cierta “futuristic nostalgia”.

 

Cae la tarde. La antesala de mi plan de esta noche: cena con mis amigas en nuestra esquina de siempre; una joya en una esquina que pocos conocen. Pelo suelto. Un nuevo color de labios y me dirijo a mi destino. Tapas y vino; historias de aventuras, risas y hasta un baile inesperado bajo la luna llena. Un buen augurio, quizás. Hora de pedir deseos para que se cumplan, aunque ya los estoy conquistando. Tengo un alma creativa que se equilibra con el pragmatismo de la mujer contemporánea. Soñadora pero consciente. Puedo volar en lo que visto, que es poesía. De nuevo escucho música en mi mente; un jazz ligero que envuelve la noche.