Conectamos con el menú y nuestros sentidos afloraron. Hablamos sobre el lujo de lo atemporal, los diseños fuera de estación, sobre la importancia del dress up or down, de las siluetas y los textiles naturales como la seda, el algodón y el lino. La moda, la sostenibilidad, la cultura actual y el arte también se pusieron sobre la mesa, como el New York steak con mantequilla avellanada y hummus de garbanzo. Exquisito todo por donde se le mire. Inolvidable…

Y aunque todo fluyó orgánicamente, quisimos proponerles a nuestras invitadas una actividad para celebrarnos mutuamente: llenar postcards vacías con palabras alentadoras que se dedicaron entre ellas. Que cada una, desde el ser mujer, reconociera lo que somos, lo que hemos construido, nuestra fuerza y lo que nos falta por recorrer.

Esas conversaciones quedaron plasmadas en fotografías y recuerdos, en retratos que capturaron las historias detrás de cada una de nuestras musas. Sus portraits revelan más que el look Beatriz Camacho que eligieron: capturan su esencia como mujeres que tienen el poder de decidir lo que les gusta. Son inspiradoras y libres, como el espíritu de lo que llevan puesto.